Otros enclaves // Etnografía y fotografía en el Museo de Piedad Isla en Cervera de Pisuerga
Plaza de la Cruz. Cervera de Pisuerga. Palencia.
El teléfono para atender a grupos con visita concertada es el .Para el resto de visitantes, el museo abre sus puertas en Semana Santa y después todos los fines de semana hasta verano. En julio, agosto y septiembre abre todos los días menos los lunes, de 11 a 14 y de 17 a 20 horas. Hasta final de año abre fines de semana y festivos.
El precio para adultos es de 2 €, para grupos de 1,5 € y para colegios 1 € por persona
Etnografía y fotografía en el Museo de Piedad Isla en Cervera de Pisuerga
Esta casa solariega acoge más de 2.000 objetos de la vida cotidiana y las imágenes de la fotógrafa que durante medio siglo retrató la sociedad de la montaña palentina
Piedad Isla tuvo dos grandes pasiones: la fotografía y la etnografía. Hoy, tras dos años sin la genial fotógrafa de la montaña palentina su memoria sigue viva en el Museo que ocupa la vivienda de su familia, en la localidad de Cervera de Pisuerga; en una casa solariega, la más antigua de la villa. Visitar el centro etnográfico es hacer, necesariamente, un viaje al pasado. Sumergirse entre más de dos mil objetos cotidianos que sirvieron para ganarse el pan a los lugareños de la zona.
Están reflejados oficios como el del carpintero, labrador, minero, herrero, zapatero, panadero así como los juguetes, los vestidos o los instrumentos musicales de la época. Un paseo por la vida del ayer, para comprender mejor el presente y, por qué, no el futuro.
Pero además los visitantes que lleguen hasta esta Casa Museo, ubicada en la Plaza de La Cruz de Cervera de Pisuerga se toparán con más de 300 fotografías de Piedad Isla, que durante más de medio siglo fue la fotógrafa oficial de la montaña palentina. Sus rudimentarias cámaras fotográficas, una ampliadora, negativos y diapositivas son algunos de sus objetos personales, que los amantes de la fotografía podrán paladear. La fundación que gestiona el museo digitaliza en la actualidad más de 100.000 fotografías realizadas por la fotógrafa Piedad Isla desde los años cincuenta.
Sólo por haber plasmado en miles de imágenes los últimos años de una sociedad tradicional, la labor fotográfica de Piedad Isla tendría un alto valor etnográfico como testimonio de una época ya desaparecida. Pero, esta gran profesional, además, poseía eso que se conoce como “ojo fotográfico” y disparó allí donde veía un buen encuadre. Sus fotos transmiten la fuerza de quien ha sabido captar en la calle una mirada furtiva, percibir la alegría de unos chavales jugando, o descubrir la sabiduría que emana del rostro de un anciano.
Piedad siempre mantuvo que “las fotografías tienen que sugerir algo a quien las ve”. Las suyas, un enorme mosaico de las gentes de la Montaña Palentina antes de que surgiera la pandemia de la despoblación, se guían por esta máxima, porque no dejan indiferentes, testimonian con sencillez la vida cotidiana de una época pretérita, que sólo permanece en la memoria de los más longevos; desprenden un halo de ternura y muestran, con enorme respeto, la economía de subsistencia en la que se desenvolvían muchos de sus vecinos en pueblos perdidos de las comarcas de Cervera, la Peña y La Pernía.
La vida de esta fotógrafa podría haber sugerido el guión de una película neorrealista italiana. Una mujer montada en una Vespa, protegiéndose la cabeza con su casco blanco, pertrechada con varias cámaras de foto de bandolera y viajando por intrincadas carreteras, aún sin asfaltar, dispuesta a inmortalizar una boda, un cantamisas, una fiesta o, simplemente, para realizar las fotos de carné de identidad de todos los vecinos de un pueblo. Esta imagen suya se hizo familiar entre los habitantes de hasta sesenta localidades montañesas del norte de Palencia de los que ella fue durante cerca de medio siglo la fotógrafa oficial. Hoy su recuerdo y el testimonio de su trabajo bien merecen una visita Cervera, a su casa museo.