Trabajos como el del joven artista salamantino Hugo Alonso demuestran que en la actualidad la pintura tendría menos que ver con la “historia de la pintura” que con la “historia de los medios”. Tras la pintura posmoderna, que, como ha señalado Knut Ebelling, era “pintura entre y por encima de la pintura”, la actual es “pintura entre los medios”, es decir, encuentra su energía en la interacción dialéctica con otros medios y soportes.
La pintura de Hugo Alonso se sitúa con plena conciencia en este territorio mutante delimitado por imágenes resbaladizas y promiscuas que sirven como analogías de nuestro presente políglota y en el cual los límites entre lo pictórico y lo fotográfico, lo analógico y lo digital o lo táctil y lo virtual, se difuminan hasta hacerse completamente borrosos.

El proceso creativo de este artista es completamente mestizo en su pirateo voraz de técnicas y procedimientos aparentemente contrapuestos, vídeo, fotografía, imagen digital... y pintura, claro está. La pintura que se sirve de medios digitales, –sería casi por definición, una “máquina de representación neobarroca” que establece un paradójico diálogo con dos de los recursos técnicos más utilizados por la pintura ilusionista de los siglos XVII y XVIII: el trompe l’oeil y la anamorfosis, es decir: la mentira, el engaño, la falsa evidencia y su correlato ambiguo, la figura del desmentido. El pincel ha sido sustituido por un píxel capaz de colocar una figura aquí y otra allá, para, a continuación, poder moldearlos y alterarlos de modo radical… Las imágenes creadas o capturadas digitalmente se prestan a mutaciones y distorsiones que basculan entre la fantasía onírica y la distorsión alucinógena… hasta transformarse en algo parecido a un zapping visual o una febril sesión de Dj en la que cada fraseado musical se somete a un interminable proceso de sampling, cut & mix y skratch que pervierte desde dentro el significado original de la imagen y convierte cada cuadro en un universo narrativo insólito y rizomático.

(Extraído del catálogo de su exposición en el DA2, en Salamanca)