PUBLICIDAD

Publicidad

 

Galería  Atrás

Galería // Laura García Calvo, el color y las escenas cotidianas

02 03 04 05
06 07 08 09 10
11 12 13 14 15
16 17 18 19 20
CUÁNDO: 24/03/2011

Laura García Calvo, el color y las escenas cotidianas

Esta joven artista, licenciada en Bellas Artes, trabaja por abrise un hueco en el panorama artístico

Las obras que presenta Laura García Calvo en esta galería persisten en la sólida línea pictórica que desarrolló en su Licenciatura en Bellas Artes de Salamanca, afianzando con gran sentido sintético toda una trama de referencias de tradición figurativa, que se ha ido asentando desde la segunda mitad del siglo XX.

Ante la insatisfacción que siempre produce la mera manipulación forense de modelos formales, García Calvo pretende desajustarlos zambulléndose en una pintura más claramente contaminada de narraciones, de ficciones familiares –siniestras–, que,  como si de muñecos parlanchines se trataran, puedan definir parte del estado de nuestro imaginario, de nuestra conciencia actual. Se trata, diríamos, de una pintura patafísica, en la que asumir la falta de coherencia clara o el extravío mental, incluso, es la legitimación más efectiva de lo particular.

Así, la carga temática de los ‘Imaginarios domésticos’, que aglutinan en este proyecto expositivo, creo que se acomodan bien a los posicionamientos plásticos de la autora, pues, no solo le permiten una cierta lectura cínica de la tradición figurativa en la que se inscribe, sino también una lectura cínica de los comportamientos sociales en el espacio de la memoria de lo privado. El hogar es convertido en un lugar de identidad, en un tejido fabulado de impostura ordinaria con síndrome de barrio residencial.

La energía que galvaniza la pintura de la autora es la ridiculización de la expresión. Las figuras aparecen sin sentimientos, sin muletas psicológicas, mostrándose al límite de no serlo. Figuras que no terminan de cristalizar formalmente y que, sin embargo, parecen acompañarnos en su familiar extrañeza, en su comunicación imposible. Una mascarada de dulces fantoches que, asumiendo su papel en un teatro cotidiano desnaturalizado, imponen su distanciamiento a través del hipnotismo colorista y luminoso de la pintura. Así, la pintura se presenta como un loop de ocultamiento y desocultamiento en la frontera del espacio de la casa, del espacio del cuadro; quizá, como una fiesta que pretende gozar con su apariencia, pero una fiesta de conciencia oscura. A propósito de esta veta de sentido, que la autora asume sin complejos, se puede señalar la conexión con la denominada School of London de pintura y la literatura del realismo norteamericano del mismo periodo (la pintura de R. B. Kitaj, y los relatos de J. Cheever fundamentalmente).

También cabría apostillar que no debe dar lugar a engaños que para articular el juego de falsa seducción, del que hablo, se eche mano de una ejecución plástica desatenta, aparentemente amateur, plagada de encaprichamientos furtivos o desarticulados, de formas sumarias y accidentales, con alteraciones despreocupadas de escala o de relieve. En definitiva, se trata del intento por salir indemne del aburrimiento de la práctica de la pintura, para situarla en el terreno inmediato de lo eficaz, sin lastrarla por el peso académico de la cultura estética. Es el intento, en la recámara de la pintura, para que la mirada no convierta en inane lo que toca.

Comentarios2 comentarios

1

Me gustan mucho las obras!!! Felicidades al artista.....sigué tu instinto Laura, llegarás lejos.

25/03/2011 - 3:12 pm     Escrito por Ana

2

Camino de la perfección imperfecta

16/09/2011 - 7:42 pm     Escrito por Javier Blanco

Escribe tu comentario   Nombre
 
E-mail
   
Home Agenda Arte Libros Escena Música Otros enclaves Galería Infórmanos