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Las ensoñaciones de Amadeo Olmos
La pintura de la incertidumbre
Amadeo Olmos (Pinarejos, Segovia 1962), tras abandonar sus estudios de ingeniería, se matricula en la Escuela Experimental de Diseño Industrial de Madrid. Durante un tiempo simultanea la pintura con su trabajo como diseñador industrial y gráfico, faceta con la que interviene en varias exposiciones y obtiene diversos premios. Al comienzo de la década de los noventa abandona esta actividad para dedicarse con exclusividad a la pintura, que complementa con la docencia que ejerce en su propio taller. En el 2007 recibe un premio adquisición en el certamen 'Virgen de las Viñas'.
Sobre este artista se ha escrito:
"Qué pasaría si nos detuviéramos ante las imágenes que pueblan esa oscuridad, si llegáramos a amarlas no por lo que tienen de simples reflejos de una realidad distinta, sino por sí mismas? Eso hace Amadeo Olmos, se vuelve hacia las paredes de la caverna y se detiene a contemplar ese mundo de imágenes. No le mueve el anhelo de realidad, sino de irrealidad. El pintor para él es un cazador de sombras.
La pintura se transforma así en una práctica secreta que busca entregarnos un espacio nuevo. Un espacio que dé cabida a las imágenes de la realidad, pero también a las que pueblan nuestras fantasías y sueños. O dicho de otra forma, para Amadeo Olmos la tarea del pintor no es dar testimonio de lo real, sino dar lugar a una realidad nueva, una realidad hecha de la misma sustancia que nuestras pesadillas y nuestros pensamientos".
'Las imágenes de la caverna'. Gustavo Martín Garzo
"Amadeo Olmos contempla su dinamismo y confusión con el sigilo de un gato y tienta a esas imágenes vertiginosas con el silencio de la pintura. Las detiene prodigiosamente. Objetivar las imágenes es una forma de parar el mundo. Desposeídas de su significado, las imágenes permiten componer un universo particular y extraño que reclama que el espectador le dé sentido. Amadeo Olmos no ofrece sentido. No simboliza. Interpela. Lo que miramos nos mira. Hace partícipe al espectador de su perplejidad".
'Tête-Bêche'. Ramón Mayrata