PUBLICIDAD

Publicidad

 

Música  Atrás

Música // Orgullo de cara be. Aproximación al difuso significado de la música ‘indie’

01 Video
Video Video
Video  
CUÁNDO: 16/08/2011

Orgullo de cara be. Aproximación al difuso significado de la música ‘indie’

Sonorama y la variedad de grupos que allí se han presentado incita a pensar en el término 'indie'

Son la cara be de la música española, pero no la serie be. No van de estrellas porque su concepto artístico se basa en la sencillez y parece que el éxito la aniquila. Pero hace mucho que no graban con medios escasos y a nadie sorprende que las compañías independientes vivan estancas a las multinacionales.

¿En qué consiste el sonido indie? Difícil de precisar. Cuenta con sonidos enfrentados pero la premisa de la no comercialidad. Pero lo cierto es que ningún compositor escribe canciones para que no lleguen al público. De hecho, muchos de los indies cuentan con un apoyo mediático superior al que logran formaciones consagradas como La Frontera. Algunos, hasta llevan el medio literalmente empotrado: Arizona Baby y Vetusta Morla.

Mirando con un poco de distancia el panorama da la impresión, fuera de toda ironía, de que completamente independientes son Jaime Urrutia, Carlos Ann y Corcobado, entre tantos.

Luego hay cruces de raza, como Coque Malla o Iván Ferreiro, nadando entre dos aguas. El primero, practica un rock más bien clásico tanto en solitario como con Ronaldos; el segundo, rima a la perfección con Mikel Erentxun. Pero es que hasta Bunbury se roza con Vegas –magnífico autor- y Loquillo con El Columpio Asesino, Sidonie y Love of Lesbian con Loquillo.

En el mundo indie puro y duro caben casos como Dover -en otro plan, Fito- y Anfetamine Discharge. No todos alcanzan el fervor popular, pero cuentan con hasta una emisora que, supuestamente, emite veinticuatro horas el escurridizo estilo. Por si fuera poco, Miss Cafeína interpretan ‘Qué sabe nadie’ y Niños Mutantes, ‘Como yo te amo’, dos temas del Raphael más Raphael. Cosa, ojo, aplaudir.

Y qué decir de los hay que hacen como Coronas lo que no pueden con Sex Museum o los que se inventan Lori Meyers para hacer su agosto en festivales.

Afortunadamente caben dentro del movimiento los clásicos. Cuando el gusto llega a la década de los sesenta el arco se abre a lo mod. Por supuesto, los hay que van de minimalistas y si cantaran en español descubriríamos que son una mariconada mayor que Maldita Nerea. El inglés es una gran tapadera. Reconoce Soriano, de Sexy Sadie que en ese idioma es más fácil estructurar la métrica y la sonoridad.

Toni Toledo, ex Sexy, se va de gira con Amaral -se llevan a la base rítmica de este grupo- y se fue también con Ferreiro. Tachenko colabora con Igor Paskual y los Sexy se manchan de grunge y de rock AOR con el ‘American girl’ de Tom Petty.  O sea, que al final el nexo de todo termina siendo el rock and roll.

Fernando Alfaro, consultado este verano sobre el efecto que produjo Nirvana hace ya veinte años, declara: “Quizá el indie no acabó de cuajar porque era una fórmula importada y España, como escena, no tiene nada que ver con el mundo anglosajón (…) Hoy, más que para tirar cohetes estamos para tirar bombas”.

La globalización ha terminado por homogeneizarlo todo, a veces, como en este caso, para bien. Los indies se digieren mejor cuando no se ponen estupendos, dejan de presumir de que son los vecinos del quinto y reconocen que hay otros grupos, por encima: las verdaderas estrellas.

 

Comentarios 0 comentarios
Escribe tu comentario   Nombre
 
E-mail
   
Home Agenda Arte Libros Escena Música Otros enclaves Galería Infórmanos